El Papa Francisco nos ha enviado un mensaje bellísimo para la Cuaresma 2023, titulado: ‘Ascesis Cuaresmal’, un camino sinodal. 
 
La palabra Ascesis habla de la disciplina y de los esfuerzos que hacemos los seres humanos buscando siempre la virtud.
 
 Es que la virtud necesita esfuerzo, necesita disciplina, necesita Ascecis, y el Papa Francisco nos está hablando de una Ascesis que lleva a caminar juntos. 
 
Sin embargo, caminar juntos no siempre es fácil; puede ser que alguien sea capaz de hacer una penitencia durísima en su vida, un ayuno prolongado, pero se le dificulte caminar con otros. Ante esta realidad, el Papa precisa que la Ascesis Cuaresmal nos debe llevar a un camino sinodal, a caminar juntos. 

 Para ello se necesita paciencia, sabiduría, fortaleza, se necesita gracia espiritual y fe, eso nos lo dice el Papa Francisco. 

 Con la gracia somos capaces de tomar la cruz e ir con Cristo en la fraternidad, en el encuentro con los demás; de avanzar como avanzó Él con Pedro, con Santiago y con Juan hasta el monte Tabor, que nos muestra el capítulo 17 de San Mateo y los demás evangelistas. Es bellísima la interpretación que le da a este ascenso. 
 
El Papa Francisco en su mensaje nos está invitando a ascender y luego descender para ponernos al servicio. Está tomando el final de este texto donde dice levántate y no tengas miedo, y nos está diciendo a nosotros el Señor, también, que nos levantemos como Iglesia, que seamos capaces de avanzar, que no nos quedemos anclados en el inmovilismo, que no tengamos miedo, que seamos capaces de conjugar lo antiguo y lo nuevo, la tradición y la novedad; la gran novedad es Cristo Jesús el Señor, Él es el que nos da la fuerza para que subamos a la montaña, para que no les fallezcamos en el camino y para que caminemos juntos. Cuando haga ayuno, cuando haga limosna, cuando haga oración, que todo eso nos lleve a encontrarnos con los demás como hermanos. 
 
Ese es el camino sinodal dentro de la Iglesia y al servicio de la sociedad, que necesita verdaderos artesanos, dice el Papa de la sinodalidad, es decir, de encontrarnos unos con otros, de respetarnos, de amarnos, de dialogar y de ponernos en camino. 

 Que el Señor nos bendiga en esta Cuaresma. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, Amén. 
 
Monseñor Luis José Rueda Aparicio - Arzobispo de Bogotá